“El dinero no brinda felicidad”: esta es probablemente la frase más popular que hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, si el dinero no te hace feliz, probablemente no lo estés gastando bien. Título que se desprende de un artículo en el que es coautor, el psicólogo Daniel Gilbert.
Si bien, sabemos que el dinero por si solo no brinda la felicidad, pero lo que hagas con él sí puede marcar la diferencia en tu vida. Por eso, en Intermercado te traemos los principios básicos para que tu dinero te haga lo más feliz posible a la hora de gastarlo.
El principio de habituación nos dice que un estímulo inicial va perdiendo fuerza con el tiempo. Y esto se puede aplicar a las compras de cosas, pues siempre tendrán un impacto limitado en el nivel de felicidad siendo algo que das por hecho, te habitúas a ellos y perderán significado en tu vida.
A diferencia de comprar cosas, las experiencias aumentan su impacto con el tiempo. Ponte a pensar en tus recuerdos más felices del último año, seguramente hay muchos relacionados con experiencias y no cosas, sólo basta con recordar para volver a experimentar un poco de esa felicidad, la cual se vuelve duradera y mayor con el tiempo.
Gastar tu dinero en compañía de quienes quieres, multiplica el efecto que tienen en tu vida. Por eso es recomendable compartir tus experiencias con personas cercanas a ti y que se conviertan en un buen recuerdo para el futuro.
Una costumbre muy común en nuestras vidas es “comprar hoy y pagar mañana”, práctica fomentada por nuestro sistema financiero que ofrece incentivos de compra sin pago inicial para consumir al momento.
Contrario a lo anterior, la felicidad proviene de comprar ahora y disfrutar después. De esta forma, tu mente comienza a anticipar el momento de disfrute desde ese instante, haciendo que tu felicidad aumente al momento de obtener la gratificación.
Es preferible consentirte con muchos pequeños caprichos a que sean grandes y pocos. Pues después de un tiempo, las compras grandes se convierten en cosas normales, como lo vimos señalado en la parte de arriba por el principio de habituación.
Por esta razón, los pequeños placeres o caprichos se vuelven una forma inteligente de acumular explosiones de felicidad al distribuirlas a lo largo del tiempo en vez de consumirlas todas de golpe con una sola compra.
En conclusión, no es primordial tener suficiente dinero para ser feliz, lo importante es saber como gastarlo en lo que te brinda alegría y felicidad. No olvides que el primer paso para hacerlo, es contar con capital monetario y en Intermercado te ofrecemos préstamos personales y flexibles. Precalifícate aquí.