En muchas ocasiones, para poder realizar compras con costos elevados, como un departamento o una casa (si de bienes raíces se trata), automóviles e insumos de lujo con precios por encima del promedio, es necesario acudir a instituciones financieras que te ayuden a consolidar tus sueños y metas.
De esta manera, con la adquisición de un producto financiero, es posible que logres conseguir todo eso que deseas. Convirtiéndose en un gasto recurrente en tu vida, al ser una cantidad que se paga en parcialidades por tiempo determinado, comúnmente conocido como “deuda”.
Así es, al ser compras que representan un elevado porcentaje para tu bolsillo, la mejor forma de realizarlas es mediante un préstamo con alguna institución financiera, el cual puede ser durante ciertos plazos de pago que deberás cumplir adecuadamente para conservar tu buen historial crediticio.
Sin embargo, es importante que sepas que existen varios tipos de deuda; aquellas simples y pequeñas que no representan un gran cambio a tus finanzas, denominadas de corto plazo y aquellas que pueden durar varios años hasta cubrir el monto total, conocidas como de largo plazo.
Y en esta ocasión, te ayudaremos a distinguir la diferencia entre una y otra, además de aclarar el panorama para que decidas cuál se adapta mejor a tus necesidades y elegir el tipo de financiamiento que más te convenga de acuerdo a la ocasión en que lo vayas a ocupar.
Piensa en tus motivos para catalogar tu deuda como una de corto o largo plazo; es decir, analiza las razones por la cual quieres adquirir este nuevo gasto y cuál se adecua mejor a lo que quieres lograr. Si planeas comprar algo costoso y con poco alcance, tal vez te convenga una a largo plazo y por el contrario, si planeas comprar algo no tan caro, puedes optar por una a corto plazo.
Prácticamente, al adquirir una deuda u otra, la única diferencia que más resalta es el plazo de tiempo que tienes para pagar, compara los beneficios y/o características de cada una para tomar la mejor decisión posible.
Utiliza los puntos mencionados anteriormente para definir qué tipo de deuda es la que mejor se adapta a ti, esto puede variar dependiendo de tus necesidades y al plazo de tiempo que necesites para poder pagar el monto total.
Esperamos estos puntos hayan aclarado tus dudas sobre algunos de los tipos de duda que existen, cómo puedes usarlas para tu beneficio y conseguir todo eso que siempre has querido para comenzar a hacer tus sueños realidad; no tengas miedo y recuerda que con un buen manejo de tus finanzas, todo es posible.
Además, si estás pensando que ya es momento de poner en marcha el camino para hacer crecer tu patrimonio, no dudes en acercarte a nosotros para obtener una opción de préstamo personal vía nómina, sin aval ni garantía y sin revisar buró de crédito. ¡Precalifícate hoy mismo!